.: tristeza: un apetito que ninguna desgracia satisface :. E.Cioràn



miércoles, 5 de octubre de 2011

-sí, Julio, pero todo eso se sabe tambièn de otras maneras, se sabe por el trabajo o la falta de trabajo, por el precio de las papas, por el muchacho que balearon en la esquina, por los ricachos que pasan en sus autos delante de las villas miseria (es una metàfora porque tienen buen cuidado de no pasar en su puta vida). Eso se sabe hasta en el canto de los pàjaros, en la risa de los chicos, en el momento de hacer el amor. Esas cosas se saben, Julio, las sabe un minero o un maestro o un ciclista, en el fondo todo el mundo las sabe, pero somo flojos o andamos desconcertados, o nos han lavado el cerebro y creemos que tan mal no nos va simplemente porque no nos allanan la casa o nos matan a patadas...


Fantomas contra los vampiros multinacionales/Julio Cortàzar. 1989

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